ROCÍO YBARRA: ‘HEMOS DEMOSTRADO QUE PODEMOS GANAR A CUALQUIERA’

Rocío Ybarra habla de la preparación olímpica con las #Redsticks. La capitana de la selección española femenina de hockey hierba se prepara para sus terceras olimpiadas. Ybarra nos cuenta cómo ha vivido la clasificación junto a su equipo y su familia, hace balance de 2015 y nos habla del Preolímpico de Valencia y de su futuro en la selección. 

Valencia, enero de 2016.- (Entrevista Matías L. Sartori – Prensa FHCV) Sonriente y entusiasmada, Rocío Ybarra se sienta en el banquillo para concedernos su tiempo y contarnos su historia tras posar en la foto oficial de la selección olímpica. Tras una jornada de entrenamiento con las #Redsticks en Valencia, la capitana vizcaína deja su stick y se dispone para hablarnos del presente de la selección. Con la mirada puesta en Río de Janeiro, Rocío se sincera en la siguiente entrevista.

Las Redsticks han comenzado los entrenamientos de 2016 en Valencia con la buena noticia de haberse clasificado a los Juegos Olímpicos…

Así es, la noticia ha llegado más tarde de lo esperado. Como todo el mundo sabe ha sido una larga agonía hasta conocer definitivamente la decisión del Comité Olímpico Internacional y la decisión ha sido favorable a nosotras. Ha sido un regalo de navidad para nosotras.

¿Cómo fue el momento en que te enteraste de la noticia?

Ha sido una situación bastante atípica. Las clasificaciones olímpicas normalmente las celebras en el campo con tus compañeras y en nuestro caso, que esperábamos la confirmación de la renuncia de Sudáfrica, nos pilló a cada una en nuestra casa. A mí me enganchó trabajando. Cuando salí del trabajo tenía miles de llamadas de la Federación, del entrenador, del jefe de equipo y de compañeras y no entendía nada. Y cuando me encontré con la mirada de mi hermana le pregunté “¿estamos clasificadas?” y me respondió que sí y nos fundimos en un abrazo y nos pusimos a llorar. La verdad es que ha sido algo emocionante aunque haya sido fuera del entorno deportivo. Fue un momento muy bonito y además haberlo vivido con mi hermana ha sido especial.

Imagino que para una familia que ha llevado el hockey en la sangre como la familia Ybarra habrá sido algo especial

El hockey ha estado ligado a nuestra familia desde hace años, tanto mi abuelo como su hermano fueron miembros de la selección, mi tío abuelo estuvo en unos juegos olímpicos, mi madre aún está jugando y mi hermana es compañera mía en la selección. Ha sido una vida muy ligada al deporte, a la selección y obviamente los juegos son la suma de todas esas ilusiones. Sin embargo mi familia también ha vivido el golpe duro de no haber clasificado a los Juegos Olímpicos de Londres. Ellos lo han vivido en primera persona y ver ahora todos estos años recompensados en esta clasificación ha sido un alivio.

Tras finalizar sextas en el Preolímpico de Valencia han tenido que esperar varios resultados en diferentes competiciones. ¿Cómo han vivido esos partidos de otras selecciones?

Como dices tú, ha sido una clasificación especial. El nivel de juego que demostramos en Valencia a nivel competición fue superior al que el resultado reflejaba. Y tuvimos esa suerte que posteriormente nos acompañaba en los demás resultados. Adrian ha confiado mucho en que esos resultados se dieran. Algunas eran bastantes lógicas pero claro tenían que darse. Por un lado tenía que entrar Corea entre las 6 mejores selecciones de su ronda 3, en Bélgica, siendo campeonas asiáticas. Luego, Argentina y EEUU daba igual quien ganara el Panamericano ya que ambas selecciones estaban clasificadas, Sudáfrica desde luego tenía que ganar en África y posteriormente hacer oficial su renuncia.

Quiero que retrocedamos unos meses atrás, en este mismo campo, el hockey nacional fue testigo de un momento duro para la clasificación en aquella tanda de shoot outs ante Alemania ¿Cómo recuerdas aquel momento?

Creo que a pesar de todo hemos tenido buena suerte. Como bien dices, Alemania es un muy buen equipo. Es verdad que ahí estuvo nuestro momento de clasificación. Fue un momento muy triste porque las cosas se estaban dando tal y como lo esperábamos, jugando a un gran nivel, estábamos muy optimistas. Llegamos a una situación que para las jugadoras más pequeñas era impensable ponerse por delante de Alemania en el partido y durante los shoot outs. Era una situación donde se estaba dando todo. Pero cuando acabó aquel partido fue un momento muy triste.

¿Qué significa volver al campo de Beteró, el lugar donde ha comenzado todo?

Volver al campo de Valencia, donde hemos jugado ronda 2 y ronda 3 de la World League, donde nos han tratado siempre muy bien y tenemos todas nuestras facilidades en nuestras manos es un lujo. La verdad que te das cuenta que otros equipos como Irlanda, Bélgica, Holanda, Alemania, cualquiera quiere venir a entrenar y nosotros lo tenemos en casa y nos hacen sentir en casa.

Quienes somos testigos de la evolución de este equipo hemos visto su crecimiento y como han plantado cara a potencias del hockey mundial como Argentina, Alemania y EEUU, han llegado a semifinales del Europeo y están alcanzando un gran nivel de competición. ¿Llegan las Redsticks en su mejor momento a Río de Janeiro?

Yo creo que las Redsticks estamos en un proceso de crecimiento. La verdad es que hemos pasado un bache muy duro que fue la no clasificación a Londres. Ha sido un toque de atención que necesitaba este equipo. Hemos sabido salir de ahí con esfuerzo, trabajo e ilusión. Y ahora mismo se ve el resultado de todo esto. Al principio era una imagen en la lejanía y hoy en día estamos pisando fuerte con ganas de seguir sumando. A pesar de que seguimos creciendo yo creo que este equipo tiene muchísima proyección.

En Río de Janeiro vivirás tus terceros Juegos, ¿cómo recuerdas tu primera experiencia en Atenas 2004?

En los primeros Juegos tuve mucha suerte porque se dieron muchas variantes para que yo estuviera allí. Una jugadora que llevaba muchos años jugando en una posición se retiró un poco antes de que yo entrara. No conseguían una pieza clave para reemplazar esa posición y daba la casualidad que yo estaba a un buen nivel y me llamaron. Pero un año antes de aquellas olimpiadas entré al equipo y fue algo que no estaba previsto. Obviamente, en mi cabeza entraba ser parte de ese equipo, pero con 19 años llegar a mis primeros Juegos y vivir algo tan grande en los ojos de una juvenil era algo que me sobrepasaba. Pude disfrutar de ello una vez que llegué a casa. Tuve la suerte de disfrutar mis segundos juegos en Pekín.

¿Qué significa para Rocío Ybarra vivir sus terceros Juegos Olímpicos?

Para mí son 8 años de trabajo muy duro donde he tenido que dejar muchas cosas y he tenido que tomar muchas decisiones muy duras. Las lágrimas de aquel día iban un poco por eso. Ver que después de tanto tiempo tienes la recompensa. Saber ahora que tenemos una responsabilidad las que llevamos más tiempo y las que tenemos que ayudar al equipo es algo muy bonito. Creo que es algo que no puedo describirlo.

¿Qué te ha dicho tu tío abuelo Luis, un hombre que también ha sido olímpico con el hockey?

La verdad que mi tío abuelo es una persona muy reservada. Le gusta mucho dejar que disfrutemos este momento pero a mí me gusta escucharle. Me gusta escuchar sus historias y que me mire pensando que estoy siguiendo sus pasos. Y para mi es un orgullo seguir sus pasos. Hace unos días nos juntamos en familia y me dio un abrazo y me dijo “me vas a ganar en Juegos. Vas a tener tres y yo dos” entre risas. Cuando escucho que me dice esas cosas me sale el corazón fuera de mí.

A casi 200 días para que comiencen los Juegos de Río, ¿qué pasa por tu cabeza en estos meses previos?

Si te digo la verdad me gusta mucha pensar en Río de Janeiro, voy con muchísimas ganas. Voy pensando en todo lo que tenemos por hacer, en intentar llegar en las mejores condiciones y en que hemos hecho buenas competiciones. Quedan 200 días de los que vamos a estar juntas alrededor de 70 días. Pienso en aprovechar cada momento, cada partido y disfrutarlo. Pienso en disfrutar cada momento juntas para llegar a Río y disfrutar aún más. Pienso en Río, en la ceremonia inaugural, en jugar los partidos en aquellos estadios.

¿Piensas que en Río de Janeiro serán tus últimos Juegos Olímpicos o sueñas con Tokio 2020?

He pensado que en Río de Janeiro quizás sean mis últimos Juegos Olímpicos. Cuando eres pequeña siempre dices que jugaremos hasta alguna edad. Yo recuerdo que cuando era muy pequeña y todavía no había jugado ningunos Juegos pensaba en lo que significaría participar en unos. Cuando disputé los primeros a los 19 años de edad tenía una compañera que había jugado sus cuartos Juegos con 31. Y recuerdo que quería ser como ella. Seguramente es algo muy difícil llegar a algo tan importante como ella. Jugar cuatro Juegos era mi sueño. Y no ha podido ser por ahora porque nos quedamos fuera de Londres. Y pensaba que Río serían mis últimos Juegos pero se acerca la fecha y digo “joder! Pero si yo aún corro hacia adelante” (risas). La verdad es que no sé. Llevo mucho tiempo pensando que a los 31 iba a ser mi momento de retirarme pero hoy en día me lo paso muy bien jugando, me encuentro a gusto y sin decir que no lo dejaré porque uno no sabe que puede ocurrir el día de mañana. Hoy en día el hockey me permite disfrutar, me permite mantener el ritmo de vida que a mí me gusta y seguir compitiendo. El día que no vaya sonriendo al campo de hockey pensaré en dejarlo.

¿La sorpresa para los Juegos Olímpicos serán las Redsticks?

Somos la selección con el ranking más bajo de las selecciones de hockey clasificadas para Río. No tenemos que justificarnos ante nadie. Cuando pisemos el campo sabemos que seremos las que peor ranking tenemos. La presión es para las rivales. Si Alemania pierde contra nosotras se les cae el mundo encima porque pierden contra la “del puesto 14 del ranking”. Partimos de una situación privilegiada. Toda la presión la tiene el otro equipo. Vamos a disfrutar y a seguir trabajando. Es muy difícil ganarnos. Hemos demostrado que podemos ganar a cualquier selección. Hemos ganado a China, empatado con las Leonas y Alemania. Creo que es un equipo que puede dar la sorpresa. Podemos hacer un buen papel en los Juegos Olímpicos optando a lo máximo.